Marissa no tiene ni brazos, ni piernas, ni pelo......
Marissa es de plástico.
Marissa vivió conmigo durante cuatro años..... hasta que se fue.

Ahora que ya no está, he decidido mostraros parte de su vida...


2.16.2010

Diario de una fantasía.

Su despertar, su sonrisa, sus ganas de comerse el mundo, me creaban admiración.
A veces soñaba con subirse a un coche y conducir hasta llegar al mar.... Se veía bañándose en un mar de cal, sintiendo en su cuerpo la cálida luz de un atardecer en verano. Le gustaba el olor a madera quemada, el tacto del nylon sobre su piel y su boca. Sentía ganas de sentir el placer, de dar placer, de emborracharse, de jugar con fuego. Tan grande era su fantasía que sentía huesos en su interior.
Un día, al volver a casa, le conté la verdad. Le dije que si ella vivía era gracias a mi imaginación.